Dedicación a la familia
Caso
Julio, empresario con éxito, dedica a su trabajo más de diez horas diarias y frecuentemente realiza viajes de varios días. Poco a poco se va dando cuenta de que se distancia de su familia: no tiene tiempo para su esposa y apenas se ocupa de sus 3 hijos, entre 14 y 18 años. Se disculpa con la necesidad de ser competitivo. No sabe cómo restringir su actividad profesional sin perjuicio para su empresa y su carrera. Nota que se ha enfriado el amor hacia su esposa y percibe lo mismo por parte de ella. Últimamente tiende a tratar más a algunas colegas de la empresa y se da cuenta de que aprecia el afecto que encuentra, aunque externamente se ha portado con corrección, hasta ahora. En los viajes saca algo de tiempo para descansar y hacer ejercicio. El domingo suele ir a Misa con su esposa y después generalmente dedica gran parte del tiempo a ponerse al día en asuntos relacionados con el trabajo, mientras su mujer acompaña a los hijos a un club deportivo y social donde pasan la jornada.
Un domingo, cuando ellos regresan, echa especialmente en falta las manifestaciones de afecto, después de haber pasado el día solo, y experimenta una sensación de fracaso y de tristeza. Se da cuenta de que la familia puede romperse en cualquier momento. A la mañana siguiente queda con Roberto, un amigo de la infancia, que sabe que es buen cristiano y padre de familia. Le expone la situación y concluye diciendo: en lo profesional he subido muchos peldaños de la escalera, pero me doy cuenta de que he apoyado la escalera en una pared de cartón.
Roberto le advierte que Julio se encuentra en un momento decisivo. Le hace ver que en su relato no ha hablado para nada de Dios, que parece un extraño en su vida como él ha comenzado a serlo en su familia. Le plantea una profunda conversión a Dios, que le llevará a cambiar completamente el enfoque de su vida familiar y profesional, comenzando a construir una unidad de vida presidida y empapada por el amor a Dios y a los demás. Julio está sinceramente dispuesto. Entonces, como primera manifestación, Roberto le propone, a pesar de que “no tiene ni un minuto libre”, que comience a sacar algo de tiempo diario a Dios, dedicando un rato a la oración ante un Sagrario. Ahí obtendrá luces y fuerza para cambiar –en el plazo de pocos días, porque es urgente– la organización de su vida. Le aconseja que procure reducir viajes profesionales, y que, en cambio, haga un viaje con su esposa cuanto antes. Que pase con ella habitualmente los fines de semana, y que comience a regresar antes a su casa por las tardes, aprovechando ese tiempo para estar disponible para sus hijos. En fin, como medio concreto le sugiere que al final del día haga un minuto de examen en el que, entre otras cosas, anote el tiempo real que ha estado con su familia. En otro momento, Roberto aconseja vivamente a Julio que lea un pequeño libro sobre cuestiones de familia, que le ayude a descubrir aspectos concretos en los que puede mejorar.
Se pregunta:
1. ¿Qué otros consejos podría dar Roberto a Julio?
2. ¿Qué experiencias humanas prácticas suelen transmitir los buenos padres de familia?
3. Mencionar algunos libros sobre el matrimonio y la familia especialmente útiles para los padres.
Bibliografía
– J.V. QUADRAS, Algunas experiencias prácticas y consideraciones básicas de un padre de familia sobre la vida conyugal y familiar. Almudi.org